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Cómo germinar semillas de marihuana




Nuestra primera recomendación, como ya hemos comentado, sería esperar a que el buen tiempo se haya asentado. Que la temperatura sea alta (entre 22 y 26 grados) es un factor importante para que tus semillas decidan eclosionar y abrirse paso al mundo.



Paso 1: protege tus plántulas de factores climáticos y fauna, más vale prevenir que curar.


En exterior nunca sabemos lo que nos depara la querida madre naturaleza, lo mismo tus semillas gozan de una semana de buen tiempo y sol como también puede ser que el primer día que empiecen a asomar la cabecita les caiga un chaparrón y bajen las temperaturas. Sin contar, con la gran variedad de pájaros, caracoles, y demás fauna que se pirra por comerse esas tiernas y sabrosas plántulas de marihuana. Piensa que en sus primeros momentos de vida, tus plantas están indefensas ante un montón de peligros que las acechan, por tanto, te corresponde a ti cuidar de tus pequeñas y mantenerlas a salvo. ¿Cómo? En realidad es muy sencillo, puedes comprar un invernadero de germinación o puedes usar un tupper y hacerle agujeros para que tenga una ventilación adecuada, aunque nosotros te recomendamos la primera opción. La ventilación es un factor importante, no cierres herméticamente el invernadero, abre las trampillas para permitir la correcta aireación y como en realidad las tapas son de plástico fino, incluso puedes hacer algunos agujeros extra si es necesario.


Paso 2: escoge materiales de calidad.


Hoy en día puedes encontrar en el mercado productos de gran calidad, diseñados específicamente para el desarrollo de la germinación y que además no son caros. ¿Qué necesitas?



Invernadero de germinación


• Manta calentadora: Si vives en una zona muy fría, una buena solución para estimular la germinación es poner una manta calentadora debajo del invernadero, consiguiendo así que la temperatura sea la adecuada. Es importante que la sonda que mide la temperatura calcule la temperatura de la manta, no la del invernadero, pues puede ser que de lo contrario, recalentemos en exceso las semillas.


Jiffy: Este producto consiste en una pastilla de turba prensada y deshidratada que después de dejarla en remojo unos minutos, se convierte en un pequeño saco de tierra especial para germinar, y además es biodegradable. Este es el producto estrella que optimizará tu proceso de germinación por las siguientes razones:

- Por un lado tiene la estructura ideal, es decir, la cantidad de aire y agua en el sustrato es la adecuada para la germinación. - Está esterilizado, con lo que evitamos la aparición de hongos (oídio, botritis, etc.). - Tiene todos los elementos necesarios para nutrir tu semilla/plántula durante la primera semana, la cantidad ideal de nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio. Para el correcto desarrollo de las raíces son especialmente importantes el fósforo y el calcio. - Tiene PH neutro, que es el adecuado y lo convierte en el medio perfecto para germinar, durante una semana no hace falta añadirle más que agua. - Jiffy está expresamente diseñado para la producción mega-industrial de plántulas y no necesita ser fertilizado.

- Otra ventaja es la temperatura específica: el agua tiene una temperatura específica baja, eso significa que si ponemos un vaso lleno en una habitación a 25 grados, al agua le va a costar mucho alcanzar esa temperatura. Por tanto, si colocamos las semillas de cannabis en un medio muy acuoso (un vaso o entre servilletas) la temperatura será inferior, mientras que en un Jiffy, al estar más expuesto al aire, la temperatura será superior y el proceso, más rápido.


No obstante, hay personas que germinan las semillas de marihuana entre servilletas de papel. ¿Por qué no lo recomendamos? Bien, este método, aunque puede ser efectivo no es el más adecuado y presenta algunas desventajas. Para empezar, las plántulas no reciben la luz necesaria, ya que la servilleta que cubre la parte superior, impide que penetren los rayos de sol, en cambio en el Jiffy sí que recibirán luz, por tanto empezarán antes a hacer la fotosíntesis. Otra ventaja es, que la raíz, en cuanto sale en el Jiffy, comienza a pivotar hacia abajo y a absorber nutrientes, por un lado aceleramos el proceso y por otro al replantar el Jiffy con la plántula no hay ningún shock de trasplante.



Paso 3: sigue el método.


•Pon los Jiffy en agua templada. •Una vez que tengas los Jiffy inflados asegúrate de que queden bien mojados (no los escurras, simplemente quita el exceso de líquido si ves que gotean). Constrola el PH (entre 6 y 7) y la EC (menos de 0.5 ms) del agua.